08 febrero 2010

Lectura "Las lagrimas de Shiva" capítulo 5 y 6.

Violeta llevó a Javier a una tienda antigua de pesca, allí había un marinero que les dijo que el Savanna era un barco de carga que lo pilotaba el capitán “cien fuegos” y Violeta pensó que Beatriz se montó en el barco y le asesinaron para robarle el collar.

Una mañana Javier decidió investigar la última planta de la casa, se encontró dos puertas una conducía a desván, y la otra al torreón, donde había una mesa y una máquina de escribir, la mesa estaba llena de pequeños cuentos escritos a máquina, en ese momento entró Violeta y Javier le dijo que podían buscar las cosas de Beatriz en el desván y le contestó que a su madre no le haría ninguna gracia por lo que decidieron no hacerlo.

Javier pensaba que se perdería el alunizaje, pero el día del alunizaje le dijo su tío que le acompañara al salón, allí estaba el televisor que había construido su tío. Por la noche todos vieron como pisaban por primera vez la luna, Javier se quedó impresionado en cambio sus tíos no parecieron sorprenderse. A mi si que me hubiera gustado haber presenciado ese acontecimiento no como los Obregón.

Una tarde mientras el muchacho se estaba duchando, notó el aroma a nardos, al salir de la ducha no había nadie pero en el espejo empañado estaba escrito un nombre: Amalia, enseguida se lo contó a Violeta y decidieron que si buscarían en el desván las cosas de Beatriz.

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