18 marzo 2010

Lectura del libro: El guardián entre el centeno. Capítulo 12



Cuando cerraron la sala de baile del hotel, Holden decidió ir a un bar donde había estado con su hermano, allí tocaba un pianista que según Holden era repelente de lo bien que tocaba. Me sorprende como Holden sólo por la forma de tocar lo califica de repelente sin conocerlo, ya que no siempre la forma de actuar corresponde con la personalidad. Pero Holden también piensa que parte de culpa la tiene el público por aplaudir toque como toque.

Mientras estaba allí sentado le saludó una antigua novia de su hermano, empezaron a hablar pero como a Holden no le caía bien y se inventó que le esperaba un amigo, y decidió irse. Aunque podía haber dicho la verdad de forma amable y conseguir quedarse en el bar sin ser desagradable.

No hay comentarios:

Publicar un comentario